Mtra. Ma. Guadalupe Campos Jiménez
Camino con el alma llena de enormes vacíos,
dudas e incertidumbres, dolencias y desamores,
desencantos y mares muertos por el ansia y desacierto
de manos que, fatigadas, dejaron de darme un beso
y optaron con su cansancio perderse en el ocaso.
Camino sin rumbo cierto,
sin ánimo de llegar,
por saber que la arribada
será una mentira más,
de elogios y falsas promesas
muertas antes de andar.
Cansada va mi vereda dispuesta a no desertar
y tomar con nuevos bríos la esperanza al avanzar,
pensando que allá en la cima todo puede cambiar,
volver al lobo cordero y a la oveja mansa aún más,
salinizar las olas que han dejado de llorar
y ver crecer a las nubes
como salidas del mar.
Volver con esa gaviota mi vuelo a remontar,
y caminar hoy con sosiego
dispuesta a no claudicar
y mantener en lo alto
el deseo de no callar más.
martes, 13 de diciembre de 2011
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