Gerardo Horacio Porcayo
Destilar lejía en las venas
Jugar con las muñecas de tus sueños
cuando el reloj marca las tres y cuarto
cuando la aurora es una fantasía somnolienta
Sacarse el corazón
eso sería lo ideal
Arriesgarse al puñal de la muerte
extraerlo aún tibio
aún latente
Extraerlo como una muela cariada e inservible
Y dejarlo bajo tu almohada
al lado de tus sueños
Sembrarlo en ellos
Dejarlo germinar una
más noches
Hasta que sus lentas raíces
alcancen tus vacíos departamentos
Hasta que lo sepas
aún prisionero en esta jaula de recuerdos
en este piélago
este viejo abrevadero
Hasta que tu sangre se vuelva la mía
y juntos
empecemos otros sueños
viernes, 3 de febrero de 2012
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