
Pero… que se produzca esa conexión deslumbrante de ambos espíritus llamada amor.
Pero… ¿qué pasa con internet?; jamás habrá esa misma atracción física a primera vista, esa primera mirada que cautiva la esencia de los dos seres y mucho menos ese acercamiento amoroso que se va dando conforme los dos sujetos se van conociendo día a día. El amor deja de ser puro, y al decir puro me refiero a que deja de ser una acción directa entre el hombre y la mujer, sino que hay un intermediario llamado redes sociales, correo electrónico o whatsapp. Es triste perder ese toque de delicadeza para acercarse y remplazarlo por palabras superficiales que ocultan el verdadero sentir en la persona.
La siguiente experiencia le pertenece a un amigo al que una joven le empezó a coquetear por Facebook y poco a poco se empezaron a tener más confianza hasta llegar al grado de que estaban enamorados sin siquiera conocerse, así un día decidieron conocerse y no pudieron dirigirse más palabras más que un saludo y se debió a que su intermediario, en este caso Facebook, fue quien hizo el trabajo de unir a estas dos personas y no el don de la palabra o una sonrisa por parte de alguno de los dos.
A lo que te quiero invitar es a seguir manteniendo la esencia del amor verdadero y puro, está en nuestras manos … no echemos a la basura este bello sentimiento por la moda de usar tecnología (o internet en este caso). Estoy seguro de que no habrá algo más bello que estar frente a frente y mirándose a los ojos jurando amor eterno.
En mi opinión todavía es tiempo de cambiar esta situación, solo hay que centrarse en la idea de que somos seres humanos y que pase lo que pase, nuestra voz, nuestra palabra y nuestra esencia jamás será remplazado por nada. Los invito a dejar a un lado esa pena y hablar, hacer ademanes y ser felices.
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