¿Por qué la gente no hace deporte? Si le preguntamos a varias personas por qué no practican algún deporte, lo más predecible y seguro es que respondan: “Porque me da flojera”. Analizando esa respuesta, en mi opinión, creo que es algo no válido, pues cuando éramos pequeños nos gustaba jugar (me refiero a correr, saltar, patear un balón, etc.), y a la hora de jugar sudábamos, nos cansábamos e íbamos corriendo con nuestras mamás para que nos dieran un vaso de agua, y los más importante, nos divertíamos. Pero de acuerdo con todo lo anterior, por qué no practicar algo… ¡si el deporte sigue siendo lo mismo! Por otro lado, el deporte es muy bueno para la salud, pues es menos probable que te enfermes, tus músculos se vuelven más fuertes y tu cuerpo empieza a ser ágil. A quién no le gusta sentir el aire correr por su cara, a quién no le gusta tener esa satisfacción de que por ese punto que anotaste o por ese gol que metiste, ganó tu equipo, o, si no tienes la oportunidad de anotar, al menos tener el orgullo de que estuviste bien plantado, dispuesto a entrarle con todo a la defensiva; englobando todo esto, mi pregunta es ¿por qué no hacer algún deporte?
Todo humano, al menos una vez en su vida, ha hecho deporte, ya sea por las clases de educación física o porque sus padres los metieron a practicar alguno de ellos, sin embargo, en ese lapso corto o largo de haber sido constante en practicar algo, llegan a pasar muchas cosas de las que ni siquiera te das cuenta: llegas a tener nuevos amigos, tu cuerpo logra desarrollar una destreza única, pero lo más importante, es que te ayuda en la vida. Al decir esto, me refiero a que las diferentes jugadas que se llegan a presentar, ya sean individuales o con tu equipo, en cualquier momento de tu vida las llegas a aplicar y a comparar en algún problema o situación difícil que de repente, por algún motivo, se te presentan. Un martes, platicando con mi papá sobre el partido de fútbol rápido de la Ibero contra el ADA, se me quedó una oración que él me dijo: “el deporte te ayuda a forjar el carácter”. Yo creo que tiene razón, pues la mayoría de las personas que yo considero inteligentes en el aspecto analítico, han practicado alguna vez en su vida deporte, y a lo largo de ella han planteado sus diferentes jugadas para saber cómo arriesgarse asumiendo las consecuencias, y aparte, poder sacar el resultado satisfactorio que esperaban. Al menos, yo creo que eso es algo admirable.
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