martes, 16 de febrero de 2010

Anel Canela Alarcón
II Semestre
 Era fin de verano. Estábamos juntos, sentados el uno al lado del otro. Parecía que nada podía romper la burbuja que nos envolvía; nuestros sueños empezaron a tomar forma poco a poco.
    Me tomó de la mano, la acarició y me dijo que me amaba. En ese momento nada me importaba más que él.
    Llegaba el frío diciembre, el viento era nuestro aliado, nos abrazábamos fuertemente para que no sentir el espacio que había entre nosotros. Creía que esto no pasaría jamás. Sentía la necesidad de estar a su lado por el resto de mi vida. Esperaba que él sintiera lo mismo. Lo sentía tan real que me dejé llevar por mi sentimiento.
    Pero esos momentos no son para describirlos, son para revivirlos.
    Pasaron los meses… ese día parecía que el cielo se caía sobre mi mundo, creía que todo se desvanecía como si todo lo que habíamos vivido no hubiera sido mas que un engaño… Yo no podía ni quería creer. Nunca imaginé que sufriría así. Los sueños de los dos quedaron rotos bajo mis pies.
    Mi corazón destrozado, seguía latiendo, pero ya no encontraba sentido en su latir.
    Los días pasarán, yo continuaré viviendo a pesar del dolor que siento, pues su amor se llevó mi amor y se marchó sin decir adiós…

0 comentarios :