viernes, 16 de marzo de 2012

     Por Mtra. Carmen  E. Acosta Betancourt
          Por diversos motivos, una expresión emitida por alguien, en un momento dado, puede ser utilizada de manera reiterativa hasta convertirse en adagio. Sabemos que los refranes constituyen un cúmulo de sabiduría generada por la experiencia y la andadura de los años,  además de ser transmitidos de generación en generación y adaptarse  a las distintas épocas y a los diferentes contextos. La sapiencia popular encuentra en los refranes la mejor manera de proyectarse y perdurar.
     Felipe Maldonado, compilador del Refranero clásico español expresa: “el refrán señala qué actitud adoptar en determinada situación, o define la razón de una conducta, o extrae las consecuencias de una circunstancia; en cualquier caso entraña un fin didáctico, aleccionador, convirtiendo la anécdota humana en tema de reflexión”. (Maldonado, 1981, p. 5)
     En esta ocasión quiero compartir algunos “dichos” que hacen alusión al campo semántico de las frutas, donde podemos valorar el ingenio, la costumbre, la cultura y la filosofía, que entreteje el colectivo para expresar su conciencia y su manera especial de ver las cosas, entre los elegidos están los siguientes:
     A su tiempo maduran las uvas
     El que nació para melón nunca llegará a sandía
     El peor puerco se lleva la mejor guayaba
     Es su media naranja
     Está de la guayaba
     Fruta prohibida más apetecida
     Frutas silvestres no tienen amo
     Frutos y amores, los primeros son los mejores
     Le puso las peras a veinticuatro
     Mientras son peras o son manzanas…
     Ni a melón le supo
     Está como mango
     No es ninguna perita en dulce
     O la fruta bien vendida o podrida en el guacal
     Papaya partida, papaya comida
     No le pidas peras al olmo
     Si del cielo te caen limones aprende a hacer limonada
     Una manzana cada día, de médico te ahorrará
     Uvas y queso saben a beso
     Fruta junto al camino nunca llega a madurar
     Me he de comer esa tuna aunque me espine la mano
     Una manzana podrida daña a las demás
     Para qué cortar la fruta verde, si madura cae sola
     Cuando hay frutas en la huerta, hay amigos en la puerta
     La mancha de la mora con otra verde se quita
     Comamos manzanas todo el año y la enfermedad sufrirá un engaño
     Fruto del árbol ajeno sale de balde y sabe bueno
     Los árboles más viejos dan los frutos más dulces
     El que nísperos come y besa a una vieja, ni come ni besa
     Fruta mala, pero ajena, ¡Oh que buena!
     Mi abuela decía: el matrimonio es como un melón, hasta que no lo abres no sabes cómo es.
     Sería interesante que ahora, estimados lectores, hubiera feedback de parte de ustedes regresando los posibles significados de cada uno de ellos para compartirlos. ¡Hasta la próxima!
    
    
     Bibliografía
     Maldonado, Felipe C.R. (1981), Refranero clásico español. Taurus, Madrid.
    

    

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