sábado, 16 de julio de 2011

Jocelyn Rojano Mozo
Segundo semestre
  
     El servicio social de este semestre se trató de acercar a los niños a la lectura, de mostrarles lo que podían encontrar en los libros a través de lecto-juegos, así, ellos se internaban al mundo de las letras sin darse cuenta.
     Para poder lograr interesar a los niños en la lectura, primero fue necesaria una investigación sobre la lectura en México, acompañada de talleres de cuentacuentos, lecto-juegos y de cómo brindar talleres, teniendo como producto planeaciones para tres días de trabajo con niños de escuelas sin bibliotecas, donde los libros recaudados en el Kilómetro del libro iban a ser repartidos.
     El primer día teníamos sensaciones encontradas, por una parte el nerviosismo de trabajar con niños inquietos, con hambre de aprender, y por otro lado mucha emoción al internarnos en otra realidad, de recordar la primaria y ser parte de ellos.
     Salimos encantados, pero el segundo día no fue tan bueno como el primero, los problemas surgieron, y fue en ese instante cuando aprendimos a unirnos como equipo al resolver los conflictos juntos, llegando a acuerdos. Nuestra paciencia llegó al límite pero no desistimos, dejamos a un lado las calificaciones por parte del profesor para realmente integrarnos al grupo, dejar de preocuparnos por nosotros y comenzar a pensar en ellos, en cómo los podía beneficiar nuestro trabajo si lo hacíamos bien.
     El último día con los niños fue fascinante, porque notamos los frutos de nuestro trabajo en sus sonrisas y entusiasmo por seguir practicando la lectura, después de tanta planeación con actividades de desfogue, reflexiones, bitácoras, nos dimos cuenta del verdadero sentido del Servicio Social: servir a los demás no significa llegar y querer hacer un cambio moviendo todo patas arriba, sino ser parte del lugar, integrarse y apoyar en lo que se pueda para continuar el cambio en compañía del otro.
     Creo que hablo por mi equipo al decir que esos niños nos hicieron más sensibles a la realidad y a querer ser parte del cambio, nos dieron esperanzas para continuar haciendo algo porque, así como ellos aprendieron de nosotros, ellos nos hicieron aprender de nosotros mismos.

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