viernes, 15 de julio de 2011

Osvaldo Macías Núñez
Segundo semestre

     En las escuelas nos gustó mucho trabajar con los niños. Al principio pensábamos que iba a ser algo muy complicado y que no íbamos a lograr que les gustara la lectura en tres días.
     El primer día fue como para que conociéramos bien a los niños del grupo que nos habían asignado, hubo niños inteligentes, otros más se la pasaban discutiendo, pero lo bueno fue que todos trabajaron hasta el último día que estuvimos con ellos.
     Mi compañera de equipo, Saray, al final de los talleres, les leyó un pequeño discurso de despedida en donde les mencionábamos lo importante que era leer, les pedimos a ellos que también nos dieran sus comentarios acerca del taller, y una niña nos dijo: “Pude aprender que la lectura no es aburrida y que no debemos leer por obligación sino debemos de hacerlo por nuestra propia voluntad”; nos dio mucho gusto saber que en verdad habían comprendido el mensaje de los talleres y sabemos que ahora ellos sabrán que no deben leer por obligación sino por su propia voluntad, tal y como lo hacían en los talleres.

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