viernes, 25 de noviembre de 2011

Estela Peña Rojas

     El pasado 24 de octubre de este año tuvimos la oportunidad de asistir a la semana de ciencia y tecnología organizada por el CONCYTEP en el Centro Cultural Poblano. Impartimos un taller de cromatografía y obtención de un polímero mejor conocido como boligoma. Los alumnos de salud se encargaron de trabajar con los casi 500 alumnos de nivel primaria, secundaria y bachillerato. Inicialmente nos comentaron que serían 20 alumnos cada media hora, pero ¡oh!, ¡sorpresa!, ¡había tantos niños que nos asignaron 15 niños cada 10minutos!
     Fue realmente satisfactorio ver a los alumnos de salud trabajar cambiando el material, exponiendo el taller cada 10 minutos, apoyando a los niños, quedándose casi afónicos y terminando realmente cansados. Pero lo más gratificante fue ver las caritas de los niños ávidos de conocimiento preguntado: Polímero, ¿qué es un polímero? Nunca habían escuchado el término. Cuando les explicaron que un polímero es una molécula grandototota (macromolécula) formada por muchas moléculas pequeñas (monómeros) quedaron satisfechos. Como docente me gustó que las maestras que acompañaban a los niños estuvieran realmente ocupadas poniendo mucha atención a la explicación de los alumnos y copiando técnica y material para hacer la boligoma y la cromatografía; así que las invitamos a participar en el taller.
     ¡Qué bueno que haya maestros comprometidos con su comunidad y que quieren hacerles llegar a sus alumnos información nueva!, hasta se me ocurrió: ¿por qué no vamos a esas comunidades alejadas de la ciudad a llevar conocimiento a los alumnos y a los maestros? Sería muy gratificante, ya que el conocimiento también alimenta y da buenos frutos. Gracias a los alumnos de salud, a los compañeros que nos suplieron en nuestras clases y a la escuela por permitirnos convivir con gente que te enseña más de lo que tú pretendes enseñar.
Fernanda. Rodrigo, Sofía y la Mtra. Estela en los Talleres. Foto: Shirley Cruz Morfín

Un interesado acercándose a los talleres. Foto: Shirley Cruz Morfín
Brian Alejandro y un Tallerista en el Instituto Cultural Poblano. Foto: Shirley Cruz Morfín


    

    

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