lunes, 14 de mayo de 2012

Claudia Estrada Moreno

     Lo primero que hacíamos al llegar a Guasimal era organizar a los niños de mi salón, trasladar los materiales de su salón a la capilla, lugar donde nosotros les dábamos las clases, al llegar ahí, la primera clase que tenían era ciencias naturales. En esta clase les enseñamos a los niños de primer grado los días de la semana y las etapas de la vida, desde que nacían hasta hoy en día.
     La siguiente clase que les dábamos era deportes, en esta clase jugábamos fútbol, atrapadas y juegos de coordinación. Al terminar esta clase, seguía el recreo que duraba aproximadamente 45 minutos. En el recreo les regalábamos a los niños juguitos, galletas o les comprábamos a los que no tuvieran lunch algo de la tiendita, los niños se divertían mucho en el recreo, corriendo, jugando escondidas o platicando con nosotros: dar un poco más fue grandioso.
     Al final del recreo teníamos clase de pintura; para todos esta era su clase favorita, ya que les encantaba pintar con acuarelas, crayolas y con pinturas, ellos pintaban lo que querían y eran muy creativos al dibujar, siempre terminaban manchados de pintura, creo que esto era lo que más disfrutaban. Continuábamos la clase de español, en la que les leíamos cuentos, practicábamos con ellos lectura, les enseñamos poemas y les encargábamos algo de tarea. Esta era la última clase del día, cuando acababa teníamos que recoger el material y ordenar el salón, luego nos despedíamos de los niños, nos subíamos al camión y regresábamos a Prepa Ibero Veracruz a revisar las actividades del día siguiente.

Mi experiencia en el Guasimal

     Hace unos días mis compañeros y yo visitamos la escuela primaria de la comunidad rural llamada Guasimal para realizar nuestro Servicio Social. A mí me tocó estar a cargo de los niños de primero de primaria, darles clases de regularización y estar al pendiente de ellos en lo que necesitaran. En este espacio me di cuenta de que los niños tienen muchísimas ganas de aprender y de salir adelante, todos los días nos pedían que les pusiéramos más ejercicios, les explicáramos más cosas y que les dejáramos tarea.

     Les encantó pintar y dibujar todo lo que ellos vivían y sentían a lo largo de esta semana. Esta experiencia me gustó porque me hizo valorar muchas cosas y darme cuenta de la realidad en la que vivimos en nuestro país con sólo mirar una mínima fracción geográfica.

     Esto me permitió ver que muchas veces sólo pensamos en nosotros mismos: mientras nosotros estemos bien no nos importa lo que a los demás les suceda, hasta que estamos en el lugar cara a cara y vamos conociendo a la gente y observamos cómo viven nos damos cuenta de que no sólo debemos de pensar en el yo, que hay gente que necesita de nuestra ayuda y que podemos hacer algo por ellos.

     He de ser sincera y afirmar que nunca pensé que me fuera a encariñar tan rápido con los niños y que compartir las cosas con ellos me hiciera sentir tan bien. Al verlos, oír sus risas y observar cómo sus papas y ellos estaban agradecidos, todo el esfuerzo y el tiempo que invertimos para realizar este proyecto valió la pena, me gustaría regresar pronto y seguir ayudando a los niños y a las mujeres, que todos nosotros estemos al pendiente de la comunidad y que sea un proyecto permanente desde Prepa Ibero Veracruz.

    

    

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