viernes, 8 de febrero de 2013

Ana María De Uriarte Medina

Y hasta al ver la flama te recuerdo,
ahora que la veo desde fuera
y ya no siento el fuego.
Ahora que no me estoy quemando,
que mis sentimientos son confusos,
tan confusos, que parece que no siento nada.
No sé a dónde me dirijo,
o si estoy estancada,
siento que nada cambió.
Más que ya no me estoy quemando.
Ya no me dueles,
ni te siento...
Pero no te olvido,
no puedo...
Siento que he dejado de desearte,
que no tengo nada más para ti,
y al mismo tiempo
siento que no dejo de hacerlo.
Siento tan en paz mi vida,
que no lo soporto,
Necesito tu fuego y tu alboroto;
tu locura, tu incertidumbre.
Y al mismo tiempo
me alegra no tener que soportarlo.
Siento que mi corazón
está aferrado a ti,
que te di un cacho de mi alma,
y tú, tan envidioso como siempre,
no me lo quieres regresar.

0 comentarios :