martes, 16 de febrero de 2010

Un acompañamiento de jóvenes en tiempos complejos
Jorge Luis Ortega Pérez y Mónica López Cuétara

Una de las experiencias más significativas en la cual un alumno de la Preparatoria Iberoamericana Puebla (PIP) participa es la experiencia de los campamentos jesuitas. Para precisar cada uno de ellos el Campamento EXISTE para las nuevas generaciones, ofrece la búsqueda del sentido de vida mediante la sensibilización de los sentidos, el compartir y la naturaleza que son parte importante de la propuesta de Espiritualidad Ignaciana; el Campamento DDHH para tercer semestre, manifiesta al adolescente la situación de los Derechos Humanos en su realidad y lo invita a cuestionarse acerca de la postura que debe tomar con respecto a la dignidad de sus semejantes; y para este ciclo, iniciaremos un campamento nuevo denominado EMOCION ARTE con los grupos del último periodo de preparatoria, basado en las diferentes maneras de orar que propone Ignacio de Loyola manifestadas por medio del arte en las cuales el alumno encontrará una manera de encontrarse con él mismo y aprenderá de herramientas importantes para tener una actitud orante ante la realidad de su contexto y la toma de decisiones en su vida.
    La filosofía de la Universidad Iberoamericana nos invita a formar hombres y mujeres capaces para los demás, responsables y comprometidos a formar una sociedad más justa y equitativa, buscar rumbos más estables para el país y mejorar la situación en la que se encuentra, es por esto que los campamentos jesuitas son una propuesta transformadora para el momento en el que el joven se encuentra algunas veces confundido y atrapado en tiempos complejos. Los campamentos son herramienta de formación y transformación y ayudan a dar una visión concreta al actuar de los alumnos.
    El área de Formación Humana Ignaciana de la PIP, mediante las diferentes experiencias de sus coordinadores, ha logrado que los campamentos sean la base de sensibilización para la continuación de sus experiencias, es decir, se han dado a la tarea de rescatar significativamente lo vivenciado en cada uno de los campamentos. V. Gr. : la materia de Ética y Valores, antes del campamento Existe trabajó con los alumnos una parte previa sobre su línea de la vida y después, en una sesión de evaluación, recuperó la experiencia preguntando sobre lo más significativo que vivieron en el semestre, esto implicó que la mayoría de los alumnos manifestaran como experiencia significativa vivida el campamento EXISTE.
    Los tiempos complejos para los jóvenes no es solo vivir en un México en donde es tan común escuchar las palabras Narcotráfico o Crisis… Lo complicado es entender al joven desde un lenguaje o una postura Feisbuqueriana o Tuiteriana para estar en contacto con todos sus amigos en la red y exhibirse, taguearse, hasta burlarse de ellos mismos, o qué tal la Teoría del Nextel esa que dice: “Profe, no me lo quite porque me va hablar mi papá y mi mamá y me urge hablar con ellos…” Sabemos, de acuerdo a nuestro acompañamiento, que la manera de comunicarse hoy en día entre padres e hijos se vuelve cada vez más informal e impersonal cuando la constante es la tecnología.
    Los campamentos, por ejemplo, nos han permitido sentarnos a escuchar a los alumnos y conocerlos realmente como son con base en lo que sucede con ellos fuera de la prepa, lo que traen arrastrando en sus vidas, lo que son, a qué antro van, sus necesidades, sus tristezas y en la mayoría de los casos, su soledad. Esta apertura interior lleva a un diálogo más profundo, mismo que busca la Espiritualidad Ignaciana y se nos concede por la confianza que se genera en las diferentes y enriquecedoras dinámicas que se dan entre el grupo de compas (Equipo encargado de campamentos) y los alumnos. La capacidad de confiar en alguien más y la apuesta por la otra persona que se encuentra en una situación igual o semejante a la mía, en palabras de los alumnos, también se da en un día de campamento.
    En sentido metafórico, intentamos suplir el nextel por unos verdaderos oídos para escuchar, los hacemos olvidarse por un rato de plataformas como facebook o twitter para buscar amigos más cercanos a su realidad y les hemos demostrado que un buen amigo se encontraba sentado a un costado de ellos, a quien previamente juzgaban sin conocerlo. Es importante resaltar que cada vez que se deja la Prepa para ir a la casa de oración, nos llevábamos a personas en diferente situación y al volver a la prepa, al final de todo, volvíamos con un sólo grupo, más unido, todos juntos, compartiendo y con una nueva disposición ante su realidad, ante sus amigos y ante la vida.
    Hay muchas experiencias significativas que pudiéramos contar, muchas historias que rescatar con las que podemos reír y también llorar. Hay muchas historias tristes que prefiero callar porque si algo existe en estos campamentos es la confianza, no contar nada de lo que sucede dentro de estos, porque son experiencias compartidas en donde la vulnerabilidad de la persona está presente mediante su corazón y sinceridad.
    Una de las experiencias más importantes que tenemos después de estos años viviendo los campamentos ha sido la presencia de un grupo denominado los compitas. Son alumnos de la preparatoria a quienes después de su experiencia en el campamento les surge la inquietud de ayudar y acompañar a sus propios compañeros. Con este grupo de alumnos se ha logrado crear una comunidad de amistad e intereses encaminados al servicio voluntario de compartir la vida, han sido base para el dinamismo y la alegría de los campamentos, es decir, con ellos hemos logrado un aprendizaje y una cercanía más profunda con la cual hemos logrado entender la realidad de los jóvenes de la preparatoria. Los compitas no sólo buscan el acompañar campamentos, sino también son alumnos que proponen, crean y construyen una nueva realidad, siendo ejemplo para sus compañeros.
    Después de cada campamento el equipo coordinador se reunió para hacer una evaluación, principio fundamental de la pedagogía ignaciana, para poder mejorar y de esta manera hacer un mejor trabajo a los alumnos. Una de las preguntas de esta evaluación era escribir el fruto principal de la experiencia, algunos de los comentarios de nuestros alumnos fueron los siguientes:
    Aldo Raúl Osorio: “Me lleve la enseñanza de que podemos convivir todos y de ser personas más sencillas”.
    Elizabeth García Marantes: “Yo aprendí a llevarme con cada uno de mis compañeros de salón, a ser mejor persona, ahora ya no son mis compañeros, son mis amigos”.
   María José Harispuru: “Aprender a vivir, a siempre dar lo mejor de mí y a intentar cambiar el mundo”
Luis Javier Castañeda: “Una buena oportunidad para conocerme, conocer a mi grupo y de ser más feliz”
Anónimo: “Amigos y una nueva respuesta a mi vida”.
    Mariana Guajardo: “Me dejó experiencias súper padres, aprendí a conocerme mejor y a saber hacia donde voy, además de que conocí mucho mejor a mis compañeros y empecé a formar buenas amistades”.
    Después de haber visto los frutos obtenidos, se pensó en no limitar la experiencia sólo a los alumnos sino también invitar a los profesores a ser parte de esto. Creíamos que ofrecer el campamento a los docentes sería una buena oportunidad para que pudieran identificar los procesos por los que el alumno pasa a esta edad. Sin embargo, la experiencia fue más allá de lo pensado, nos dimos cuenta que el profesor también necesita de un espacio en el que pueda compartirse y que también pasa por procesos complejos de una manera distinta pero similar a la del alumno. Los profesores encontraron un espacio de confrontación y al mismo tiempo de tranquilidad, invitándolos a conocerse más, a ser más reflexivos, libres y también a solidarizarse con los alumnos en su realidad.
    El campamento EXISTE para profesores ha sido una experiencia que surge de la insistencia de los compitas al encontrar en el profesor no a alguien que pone una calificación sino a un ser humano que también necesita compartir su vida, recalcamos que la participación de los compitas en la motivación para la asistencia de los profesores fue excelente. Esta experiencia debe ser también parte fundamental de la formación de los profesores que pertenecen a las prepas ibero de manera que se pueda crear una comunidad que participa en los mismos procesos, no como docentes sino como personas.

Enero 2010

0 comentarios :