viernes, 4 de marzo de 2011

Mtra. María de los Ángeles Díaz Rodríguez
Es un gusto iniciar la primera publicación de este año en un mes que intencionadamente nos invita a pensar en una de las emociones más sublimes que el ser humano puede experimentar: el amor.
El día del amor y la amistad o día de San Valentín es un acontecimiento que se celebra en muchas partes del mundo; festejado más en los países anglosajones, aunque su origen se remonta a la época del Imperio Romano como una fiesta cristianizada del paganismo que consistía en la adoración al Dios del amor “Eros” a quien se le pedían favores a través de regalos u ofrendas para conseguir así, encontrar el amor ideal.

Posteriormente la parte comercial data del año 1840, en donde aparecen las primeras tarjetas masivas denominadas “valentines” ,dejando el resto a la experiencia del lector en cuanto al tema se refiere pues sacando a la emoción de un solo día para enarbolarla, la verdad es muy triste reducir el sentimiento a la entrega de un solo instante.

En sentido amplio, el amor es mucho: una energía, un sentimiento, una sensación, una emoción y hasta una ideología. No hay una fórmula que nos diga cómo experimentarlo, pero sí es cierto que el lugar desde donde emana, es de nuestro interior. Por lo tanto, es importante reflexionar cómo se siente cada uno respecto a él, de qué formas lo experimentamos para nosotros y de qué maneras hacemos que salga hacia los demás. Dicen por ahí que nadie puede dar lo que no tiene para sí, por lo tanto, aplica para el amor: si no nos amamos en principio a nosotros mismos, tampoco podremos amar a los demás.

Desde nuestro ámbito educativo me parece fundamental formar a los alumnos para que comprendan y manifiesten de muy diversas maneras su capacidad de amar; y no es darles aspectos teóricos únicamente, sino la experiencia de poder vivirlo. En este semestre tendrán los alumnos de segundo y cuarto semestre, la oportunidad de llevar a cabo la Semana de Experiencia Social y Laboral respectivamente. Estas actividades pretenden acercarlos a una realidad diferente a la suya y en donde sin duda, su servicio ayudará a los otros y pondrá de manifiesto el significado de “en todo amar y servir”. Deseo que de la semilla que coloquen en su trabajo obtengan frutos que les inviten a sensibilizarse y reflexionar sobre su quehacer como estudiantes y sobre todo como seres humanos dispuestos a convertirse en mejores personas.

Un abrazo fraterno para todos ustedes y mis mejores deseos para que sus acciones sean reflejo del amor que los mueve a realizar todos sus sueños.

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