miércoles, 25 de mayo de 2011

Alejandra Alpuche Vélez
Coordinación Académica
     Cuando yo era estudiante de preparatoria, el encuentro deportivo entre escuelas hermanas era un evento esperado por todos, en el que cada uno de los alumnos quería participar: luchabas por obtener un lugar en alguna selección, te desanimabas cuando no lo lograbas, vivías en la escuela durante el evento y te quedabas afónica por echarle porras a los equipos de tu institución.
     Actualmente, la situación es un poco diferente, ya que por segundo año me ha tocado vivir el encuentro deportivo, académico y cultural “Interprepas” desde la organización, y aunque sigo teniendo el mismo entusiasmo previo, ahora me doy cuenta de lo que realmente significa la palabra encuentro.
     En primer lugar, hace referencia al hecho de que los partidos, las presentaciones o los proyectos no son en realidad lo más importante, sino que sólo constituyen un medio para reunir a una comunidad integrada por varias instituciones, y convivir, compartir y celebrar nuestra diversidad, nuestros logros y también nuestra identidad.
     Por otro lado, este encuentro representa un espacio en el cual el esfuerzo realizado por un periodo de tiempo cobra sentido, ya que cualquier cosa, generalmente sólo adquiere significado cuando es compartida con los demás.
     Finalmente, aunque así lo defina el diccionario, no sólo es coincidir en un lugar y en un tiempo determinado, implica el reconocerse a uno mismo a través del otro, fortalecer lazos afectivos, crecer y enriquecerse con los demás.
     A unos días de Interprepas, aún tenemos varios pendientes: la entrega de uniformes, el último partido, el último ensayo, los últimos detalles de los proyectos, pero la experiencia de esos dos o tres días, hacen que todo valga la pena.

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