viernes, 25 de noviembre de 2011

Mtro. Rodrigo Amaury León Labastida.
Director de Prepa Ibero Veracruz

     Cómo han cambiado las perspectivas y las expectativas de los que ahora somos Padres de Familia, con respecto a nuestros Padres, que ahora se han convertido en abuelos. Si nuestros Padres tenían clarísimo que el mejor regalo que nos podían dejar en la vida eran unos estudios, ahora, ante la saturación de puestos en el ambiente laboral, definitivamente la visión ha cambiado profundamente.
     Me pregunto entonces: ¿Cuál será ahora el mejor regalo que podemos dejarle a nuestros hijos(as)? Decían nuestros padres que si tenías una profesión, te podrías defender; pero si egresabas de una buena universidad, tenías un trabajo asegurado. Actualmente, así hayas egresado de Harvard, no tienes un trabajo seguro y la incertidumbre nos agobia y nos llega a desestabilizar emocionalmente porque no estamos preparados para manejar la frustración.
     El dinero puede ser un muy buen regalo, pero si no sabemos administrarlo, en poco tiempo lo alejaremos de nuestras vidas. Alguien me dijo en alguna ocasión: “El dinero no lo es todo en la vida, pero encárgate de tenerlo a manos llenas para que puedas decirlo”.
     Los bienes son una muy buena inversión y un gran regalo, pero hay que saberlos manejar, porque al final, si no tienes el cuidado y no les das el mantenimiento necesario, se acaban.
     ¿El poder será un buen regalo? Nuevamente, si no lo sabemos manejar… porque siempre habrá una persona más poderosa que yo.
     Los amigos pueden ser un buen regalo… pero no me lo dejan mis padres, sino que yo los voy encontrando en la vida y voy creciendo con ellos. Como recuerdo que mis padres se oponían a que me llevara con este o con aquél porque eran malas influencias… al final, la vida se encarga de llevarnos por caminos diferentes y los “amigos” cambian, dejan de serlo y encontramos a los verdaderos amigos. Si a los 44 años que tengo no puedo jactarme de contar a mis amigos con los dedos de mis manos, he fracasado como ser humano.
     ¿Qué regalo puedo dejarles a mis hijos que los marque y les dé la oportunidad de crecer como seres humanos? He pensado y definitivamente creo que el mejor regalo que hoy puedo dejarles es el de LOS LÍMITES. Algunos que en este momento se me ocurren son los siguientes:
  • Apoya a los demás y sírveles en todo lo que puedas, pero el límite es que ellos también deben poner de su parte. Si no lo hacen, no te desgastes y sigue tu camino.
  • Ama, ama profundamente, pero nunca en contra de tu dignidad como persona. Es decir, el límite es tu dignidad como el ser humano que eres.
  • Trabaja con todo tu corazón y mente, pero nunca pases por encima de los demás cuando quieras crecer. Crece, pero tu límite es el respeto al otro.
  • Aprovecha todo lo que la vida te da, pero no para tu beneficio, sino para el servicio hacia los demás. Recuerda que mientras más poder tengas, mayor es el servicio que deberás proyectar a tus semejantes. El límite aquí eres tú mismo porque primero debes buscar el beneficio colectivo. Seguro el tuyo vendrá en el momento en que lo necesites.
  • Lucha por conseguir una vida digna, pero nunca tomes algo que no es tuyo, aunque en ese momento lo necesites. Ten la seguridad que todo en la vida ya tiene un dueño y es mejor pedir las cosas y no que te acusen de ladrón.
  • Busca siempre la verdad y, si crees que puedes asumir las consecuencias de esta búsqueda, adelante; si no, ten mucho cuidado en el paso que sigue. Tu límite serán tus seres queridos a los que puedes afectar.
     Querido lector, ¿qué tanto tienes estos límites claros en este momento de tu vida? Yo me estoy cuestionando lo mismo.

      Un abrazo sincero y lleno de esperanza, gracias a LOS LÍMITES, estoy seguro que nuestra vida puede ser mucho mejor día con día.

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