viernes, 4 de noviembre de 2011

Jocelyn Estefanía Ramírez Domínguez.
Alumna de tercer semestre

     Como todos sabemos, en nuestro país el 15 de septiembre es una fecha para celebrar los gloriosos acontecimientos que marcaron a la historia. Pero muchos de las personas solo festejan con los amigos o familia sin reflexionar acerca del verdadero sentido de esta celebración. Esta celebración es mucho más que brindar e ir de fiesta, es recordar a cada uno de los personajes que lucharon y dieron su vida para que hoy en día gocemos de nuestra libertad, es por eso que hoy, en nuestro país, podemos vivir con leyes justas donde los hombres y mujeres tenemos los mismos derechos y obligaciones sin discriminar y juzgar el esfuerzo de uno; donde todos los niños pueden obtener los conocimientos necesarios en una escuela para que el día de mañana sean personas responsables, lástima que no todos los mexicanos aprovechamos esta libertad y leyes que se nos ha dado para hacer el bien, no para ocasionar un mal. Hacemos de nuestra libertad lo que nosotros queremos y echamos la culpa a los que menos la tienen, pedimos a las autoridades cosas que nosotros promovemos y pedimos soluciones que tal vez no se cumplirán: considero que el problema no son las leyes sino la apatía de hacerlas valer. Todos somos responsables de que México esté como esté, que todo el esfuerzo, la lucha de nuestros antepasados pierda significado si seguimos sentados y criticando al de al lado, al que gobierna, trasladando obligaciones y responsabilidades. Hay que apoyarnos todos, no solo uno. Vivimos en un país donde tiramos basura en las calles y después reclamos al gobierno por no dar mantenimiento al drenaje, un país donde no existe la cultura por la lectura, no hay conciencia ni memoria de la política, no hay interés por la economía, donde nuestros diputados y senadores delegan un sueldo que, en muchos casos, no se han ganado y donde estamos llenos de faltas y gozamos criticar al gobierno y a los demás.
     México necesita gente con ganas de cambiar, que no se quede esperando a que un gobernante le enseñe el camino que tiene que tomar, gente que luche por lo que quiere, que cambie todos esos malos hábitos por cosas que no solo lo ayuden a esa persona si no a todas las demás, gente justa, honesta. Antes de juzgar a todos los demás tenemos que vernos a nosotros mismos y tratar de cambiar. Hay que exigirnos mejorar nuestro comportamiento y nuestra forma de pensar hay que hacer algo por nuestro México.

0 comentarios :