lunes, 7 de noviembre de 2011

Daniel Garza Torres

     Podemos pensar que no somos corresponsables de la violencia que se desata en nuestro país, podemos creer que ya no vale la pena ser mexicano, podemos, en todo caso, soñar con vivir en un lugar muy lejos para que esta realidad no nos afecte; podemos incluso dejar de tener esperanza y dedicarnos a vivir con lo que nos quede, podemos eso, y muchas cosas más, pero sucede que muchos de nosotros no queremos, porque sabemos que en nuestras manos está, porque sabemos que podemos vivir más conscientemente, porque sabemos que esta tierra nos llena de identidad, porque sabemos que la fuerza viene de dentro y se completa cuando en comunidad la sumamos. Caray, muchos queremos que este México sea diferente y empezamos a notar que las cosas nunca se van a arreglar solitas.
     Nos duele la realidad, nos duele saber que hijos, padres, madres, amigos, parejas y estudiantes están muriendo a manos de la violencia, nos duele, ¿o no?... ¿y qué diablos se hace con ese dolor?, ¿se niega hasta que nos desangremos por la herida?, ¿respondemos con violencia para que los otros también sepan que duele? ¿Tratamos de deshacernos de él con remedios antiguos que ya sabemos no funcionan?, empiezo a pensar que nada de eso ayudaría; empiezo a creer que habrá que buscar otras opciones, empiezo a creer… y eso ya es ganancia.
     Así que si uno quiere y no sabe cómo, tiene que ir descubriéndolo, poco a poquito, con el otro a su lado, sin desesperarse del todo, pero sabiendo que tenemos prisa de que nadie siga muriendo, sufriendo o perdiendo. Tenemos ganas de que esto termine, pero la dolorosa realidad indica que muchos seguirán muriendo hasta que por fin despertemos, ya sin miedo, y nos pongamos a trabajar para que, al menos, sean menos los que nos dejen, los que se vayan, los que se lleven.
     Construir paz, es la solución; la cosa está en preguntarse cómo y, esa, es una respuesta que tendremos que ir construyendo sobre la marcha, equivocándonos un poco, viéndonos idealistas a ratos pero, sobre todo, actuando, porque eso es lo que hace falta, hacer algo, hacerlo diferente, hacerlo desde el amor.
     Gracias y ahí nos seguimos viendo, en otro sueñito que quiero hacer realidad.

0 comentarios :