viernes, 16 de diciembre de 2011

Camila Ferré D´Amaré y Gómez Muro
Tercer semestre

     Cuando se nos presenta el concepto de familia las imágenes mentales que, muy seguramente llenan nuestra cabeza, pueden ser o la de la propia o la convencional e idílica familia marcada por el estereotipado mensaje de los medios de comunicación, madre, padre hijos, mascota y como fondo una gran y resplandeciente casa. Sin embargo, ¿son estas dos las únicas formas de familia que existen? La respuesta obligada es un NO rotundo, es por eso que en este artículo se hablará sobre la diversidad, el respeto y la mentalidad abierta al cambio.
     Dentro de las diversidades que se encuentran en el concepto de familia mencionaré tres: la que se refiere a la forma en que los padres y los hijos tienen relación con demás parientes, la que se refiere a la manera de unión entre los padres y por último las relaciones homosexuales o heterosexuales que se dan entre los padres.
     Existen dos formas en que una familia se puede relacionar con sus demás parientes, una, la nuclear y otra extensa que, como sus nombres lo indican, son respectivamente las que tienen una relación sólo entre los principales miembros (padres e hijos) y la que incluye a otros como abuelos, tíos, etc. Podríamos tomar una actitud crítica ante cualquiera de la de las dos, sin embargo, lo cierto es que, mientras los vínculos sean sanos no deben de ser foco de ningún reproche.
     En cuanto a las formas de unión entre los “padres” existen la poligamia (unión entre varias personas) que incluye, poliginia (unión entre un hombre y varias mujeres), poliandria (unión de una mujer y varios hombres) y la monogamia que es, como muchos saben la convivencia de dos personas, en la que cabría mencionar la unión libre. Para la sociedad, sobre todo occidental, la idea de la poligamia evoca algo prohibido, indebido o incluso salvaje. Lo cierto es que en la actualidad existe (y que en muchos casos suele funcionar), al lado de familias supuestamente monógamas y correctas en las que un padre tiene una relación amorosa fuera del matrimonio, hecho que suele desintegrarlas. La unión libre es también un punto álgido. Pienso que si es analizado objetivamente pude verse como una verdadera prueba de que el ser humano es capaz de sostener una decisión sin la necesidad de un papel que la valide.
     En cuanto a la orientación sexual de las parejas, no es necesario que escriba que existen muchísimas personas que desaprueban, no sólo a las familias homosexuales como figuras paternas, sino la homosexualidad en general. Estas ideas surgen de los prejuicios de muchos relacionados a que una persona homosexual es “mala” o muy probablemente violadora o pederasta. La realidad es que existe gente que actúa de manera negativa tanto heterosexual como homosexual y que además, las familias homosexuales son una realidad gracias a los avances científicos en el campo de la biología. Lo que nos toca es respetar las uniones y personas e identificarlas por sus acciones y no juzgándolas por su orientación sexual.
     Así que, querido lector, tu panorama respecto a la diversidad familiar es ahora más amplio, ¿estás dispuesto, a respetar y aceptar la versatilidad que te rodea?

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