viernes, 3 de febrero de 2012

Estefanía Rodríguez Carrillo

     Filón es el primer filósofo en juntar la cosmovisión griega con la judía, porque tenía descendencia judía pero vivía en un mundo helenizado. Es la primera persona que une la idea de ver a esta gran divinidad como el creador del mundo, dejando atrás la teoría platónica del Demiurgo.
     Plotino es quien regresa a las ideas platónicas y, de alguna manera, las une con lo que Filón ya había dicho.
     Así, Plotino llega a la teoría del Uno, el Espíritu y el Alma. Explica la existencia de un ser supremo, creador de las cosas y del mundo, a quien llama el Uno, lo interesante de este ser es que tiene tanto poder que emana, se desborda y, de ese mismo, se crea el Espíritu, un equivalente al Mundo de las Ideas de la cosmovisión platónica; sin embargo, este otro ser sigue desbordando poder y por ende se forma el Alma, la parte divina que nos toca a cada uno de nosotros, es nuestra participación en el orden universal.
     Es importante, ahora, hacer la relación que tienen estos tres seres con la cosmovisión cristiana que encontramos en la Biblia, específicamente en Juan 1:1.

   En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios y el Verbo era Dios.
     Este era en el principio con Dios.
     Juan 1: 1-2
     Podemos relacionar que el Uno es Dios, el Espíritu es Cristo y el Alma es el Espíritu Santo. Se explica, de esta manera, de acuerdo a las funciones que cada uno tiene, Dios es el creador de las cosas, en Él inicia la vida y en Él acaba; así como lo explicaba Plotino, con las diferencias de que él lo explicaba, visto desde una visión más platónica. Es decir, en el Uno inician las cosas y una vez conseguido todo el conocimiento adecuado, ya no regresas al espíritu, Mundo de las Ideas, visto como lo veía Plotino, sino al mismo Uno para fundirte en Él y ser Uno con el Uno.
     El Espíritu podría ser Cristo, puesto que su función es ser el arquetipo de lo perfecto, el Mundo de las Ideas, lo que nosotros aspiramos a ser y el Alma sería el Espíritu Santo, puesto que es esa pequeña parte divina que nosotros poseemos.
     Otra similitud que se puede encontrar entre el cristianismo y lo que Plotino explicaba, tiene que ver también con un aspecto aristotélico. Aristóteles explicaba el movimiento como las repercusiones que se tenían de aquel objeto inmovible, es decir, que todo tiene una causa y un efecto, pero si llegamos al origen, debe haber una fuerza suprema que no tenga potencial de ser otra cosa, puesto que Él, el Uno, ya lo es todo.
     Ciertamente no todo lo que dice Plotino se empata con lo que la cosmovisión cristiana dicta. En el cristianismo no se cree en la reencarnación, por lo tanto no habría vuelta al Espíritu, al Mundo de las Ideas, sino que tendríamos el paso directo al Uno, claro, con las diferencias que la Biblia también dice, ya que según la cosmovisión total cristiana, necesitas a Cristo, o sea el Espíritu, como puente para llegar al Uno, o sea Dios.
     En el budismo se explica de la siguiente manera, durante tu vida o vidas te tienes que desprender de todas aquellas cosas materiales que te retienen a este mundo por medio de la meditación, de modo que una vez que no tengas apego alguno, llegues a un estado donde te encuentras con Dios y donde, una vez que mueres, tu energía, o sea el Alma, se funde en Él, el Uno, es decir una vez que llegas al Nirvana.
     Se puede observar que muchas de las ideologías de nuestros filósofos griegos, tienen aplicación con lo que nosotros conocemos hoy en día como espiritualidad, religión o forma de vida. Ciertamente es imposible que cada nueva filosofía empate completamente con alguna creencia, puesto que cada uno de nosotros formamos creencias propias de acuerdo a lo que pensamos, conocemos y experimentamos a lo largo de nuestras vidas, independientemente de la religión con la que simpaticemos.

Referencias
  • Ediciones Rialp S.A. (1991) Santísima Trinidad, Teología II. Disponible en: http://www.canalsocial.net/ger/ficha_GER.asp?id=11467&cat=religioncristiana
  • Uña, A. (s/d) Plotino. PLOTINO. Disponible en: http://cita.es/filosofar/Plotino/
  • Sweeny, L. (1961) Basic principles in Plotinus´ philosophy. Gregorianum.

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