viernes, 16 de marzo de 2012

     Por Rolando Moroño
     Y si me siento solo
     puedo escucharlo.
     El inhóspito susurro
     de mi alma que habla.
    
     A  veces, caen lágrimas
     lunas de cristal
     nubes de tristeza
     y es mi alma que llora.
     Cuando el alma habla
     sólo escúchala,
     la sabiduría brota
     como manantial,
     apuesto que aprenderás a saber
     cuando él llore.
 

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