lunes, 30 de julio de 2012

Estefanía Rodríguez Carrillo

      Martha Nussbaum, filosofa estadounidense, nos presenta una opinión bastante lógica, a mi parecer, sobre las desigualdades sociales y las marginaciones que el mismo ser humano aprende desde una temprana edad, el de disminuir al otro para balancear la vergüenza que él mismo siente.
      La pregunta inicial que nos expone Nussbaum es la de cómo educar a personas, ciudadanos de la democracia que sean partícipes de ésta, para así tener una sociedad verdaderamente democrática.
      En un principio nos explica las grandes diferencias que existen entre nosotros como una sociedad mundial, a pesar de que ella lo explica bajo la organización de una sociedad estadounidense, que al fin y al cabo es una organización comparable y parecida a las demás. La autora nos pone a reflexionar sobre la discriminación que todos nosotros hacemos al ver a alguien que es diferente a nosotros, ya sea por lo económico, lo social, la preferencia sexual o la educación. (Nussbaum, 2010)
      Ciertamente con tanta variedad de ideologías, actualmente nos encontramos ante una época con un choque terrible de pensamientos que nos lleva a tener una desunión social grande. Pero viviendo en este régimen de poca tolerancia al humano y sus decisiones, ante este caos social y cultural en el que nos encontramos, ¿cómo es que las humanidades son de utilidad para nosotros?
      En el texto Sin fines de lucro, podemos encontrar una larga explicación acerca de la educación que un ser humano debe recibir para así poder ser ciudadanos verdaderamente democráticos, personas que acepten a sus diferentes como iguales, mas creo yo que las humanidades realmente toman un papel importante en la educación que cualquier persona debe de tener para hacer un intento por comprendernos y entendernos unos a otros.
      Entonces, ¿qué papel llevan las humanidades? Como sabemos, o podemos inferir, las humanidades es esa –podría llamarse— ciencia que nos ayuda a entender el porqué del mundo, de nuestra existencia y de nuestra humanidad.
      A lo largo de la historia, las humanidades han perdido ese valor que tenían culturalmente porque las sociedades modernas “han preferido fomentar la rentabilidad a corto plazo mediante el cultivo de capacidades utilitarias y prácticas que producen un beneficio económico directo.” (Barrios, 2010)
      Sin embargo, las humanidades no han perdido su función de ser disciplinas que nos transmiten cualidades esenciales para la vida y la democracia. Si actualmente nos encontramos en una sociedad que busca la producción para su beneficio económico, necesitamos, así mismo, de una educación que precise una comprensión empática para tener bases para una sociedad tolerante. (Barrios, 2010)
      Si tuviéramos una educación que nos enseñara a argumentar, una pedagogía socrática, entonces no habría una discusión racional, sino una educación con un aprendizaje activo y práctico, entonces no tendremos ciudadanos comprometidos capaces de analizar críticamente su realidad y entorno. (Nussbaum, 2010)
      Si acaso me quieren preguntar si las humanidades son necesarias, creo que la mejor respuesta sería decirles que no sólo las humanidades son necesarias en nuestra sociedad actual, sino que son elementales en la construcción del ser humano que queremos ser, en la del ciudadano que queremos que participe y en la sociedad que anhelamos tener.
    

      Referencias
  •       Barrios, M. (2010) Sin fines de lucro. Por qué la democracia necesita de las humanidades. SIN FINES DE LUCRO. Disponible en: http://www.elcultural.es/version_papel/LETRAS/28242/Sin_fines_de_lucro_Por_que_la_democracia_necesita_de_las_humanidades
  •       Nussbaum, M. (2010) Sin fines de lucro. Por qué la democracia necesita de las humanidades. España: Katz

0 comentarios :