viernes, 12 de abril de 2013

Pilar Jiménez Santander

En esta publicación hablaré sobre la tolerancia, querer decir que es la puerta de todo es hablar acerca de que con ella podemos llegar a muchas cosas, cosas que pueden mejorar poco a poco el mundo tan de cerebro pequeño en el cual vivimos, aquel que todavía no aprende a aceptar las que son sin más ni nada sencillas, simples y fáciles de digerir, que aún así siguen sin comprender y se pasan la vida complicándose y haciéndole la vida imposible a aquellos que no toleran.

¿Por qué complicarse la vida, por qué no estar abiertos a todo tipo de cosas, aquellas que distinguen a una persona, una situación o cosa?

No tiene nada de malo ser un poco diferente, querer algo diferente, o realizar actividades diferentes. Para apoyarme un poco en algo concreto, algo que vivo día con día y que me gusta como es mi vida de esa manera, les contaré lo siguiente:

Mi familia no suele estar llena de prejuicios o de ideas discriminatorias, desde pequeña me han enseñado a respetar las cosas y a las personas. Conforme iba creciendo iba descubriendo muchas cosas, aquellas que me iban rodeando y que a veces no entendía, pero que poco a poco fui comprendiendo y aceptando, y que fueron formando parte de mi vida, de aquello que me distingue y rige mi vida. Cuando al fin entré a la prepa afronté muchas cosas que antes no había vivido, resultó que conocí a dos de mis mejores amigos y ellos son homosexuales, cosa que en un principio me impresionó, pero aprendí a no juzgar a un libro por su portada, fui leyendo y entendiendo lo que querían decir y expresar, y que a pesar de que por un lado tienen gustos diferentes son personas iguales a mí, a ti, a la persona que tienes a tu lado. A lo que quiero llegar es que si aprendes a aceptar te puedes encontrar con cosas que te agraden.

No comprendo por qué las personas tienen un nivel de maldad, de enojo, rechazo y disgusto por las personas homosexuales, ¿cuántas veces no hemos oído de asesinatos de personas homosexuales? Supongo que las personas que cometen estos actos nunca tuvieron una educación adecuada, no los enseñaron a respetar y hasta ellos sufrieron de discriminación. ¿Es tan necesario llegar al nivel de matar? Ojalá pudiera haber una forma de solucionar la poca mentalidad de las personas, pero no sólo hay intolerancia hacía personas homosexuales, existen muchas más, hasta de cosas que ni imaginamos.

Regresemos a la idea principal, decir que la tolerancia es la puerta de todo, quiero decir que si aprendemos a tolerar, todo tiene una sensación de tranquilidad, de comprensión, sin pensarlo llegamos a la felicidad, sentirnos plenos con la situación que nos causa alegría y justicia ya que ahora todos sienten tranquilidad porque hay un orden.

Quiero cerrar con una frase del poeta Samuel T. Coleridge que me ha llamado mucho la atención, que considero adecuada para este cierre y me gusta: “El único y verdadero espíritu de tolerancia consiste en tolerar conscientemente la mutua tolerancia”. Aprende a ser tolerante y poco a poco lo que veías sin solución en tu vida empezará a ser más clara.

0 comentarios :