jueves, 7 de octubre de 2010

Arturo Reyes González

Fue una experiencia indeleble en donde se creó un ambiente de recreación en el grupo, para así conocer de forma más sencilla los Derechos Humanos.
    Al ir realizando las actividades fui descubriendo los aspectos buenos y malos que me han creado como persona, para así juzgar mi autonomía como individuo mediante la aplicación correcta de mis derechos. Además de descubrir aquellas heridas que me han marcado como persona.
    También fue una manera de integración entre mis compañeros para conocer su forma de pensar y de aplicar sus derechos como humano, para crear una diversidad de pensamientos e ideas.
Igualmente hubo actividades en las que se trabajaba en equipos, en donde todos tomábamos una decisión, observando que la forma de pensar de cada persona es diferente. Pero todas estas actividades eran muy divertidas porque nos reíamos, convivíamos, platicábamos, etc.
    Este campamento ha sido uno de los mejores, porque nos enseñaron los Derechos Humanos de la forma más creativa y divertida.

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