jueves, 7 de octubre de 2010

Eduardo Jiménez Soto

Ser alumno de la Prepa Ibero no sólo se trata de levantarse todos los días a las seis de la mañana o de tener que desvelarse haciendo tarea, ni se trata de ir todos los días a Las Poderosas o de dormirse en clase de Lenguaje y Literatura; hay algo más. Una oportunidad que se le presenta a todos los alumnos de la Prepa una vez al año y que deberían aceptar sin preguntar: ¡los campamentos!
    El pasado jueves 19 y viernes 20 de agosto, mi salón, 3°A, tuvo la oportunidad de asistir al campamento DDHH (de Derechos Humanos). Y con la ayuda de algunas personas como son el profe “Yorch”, la miss Andrea y de muchos “compas y compitas”, pudimos experimentar un campamento que cambió nuestra vida y la forma de ver todo a nuestro alrededor. Nos abrió la mente a un mundo que desconocíamos y nos enseñó a no sólo ver con los ojos sino con el corazón.
    Creo que esta es una oportunidad que se da sólo una vez en la vida y que todos deberían aprovecharla.

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