sábado, 14 de mayo de 2011

Itzel Stenner Jiménez Brito
     Como todos saben, aquí, en la Prepa Ibero, hay tres experiencias: social, laboral y rural, las cuales, a mi parecer, nos enseñan cosas que, tal vez, hasta el día de hoy, no hemos experimentado. Esta experiencia yo la viví en una tienda que tal vez todos conozcan, se llama Bebé Bodega, y de hecho fui con una persona con la que nunca había yo hablado, Bryan Aragón, quien va en cuarto semestre grupo “D”. La verdad fui con muchas ganas de trabajar y dar todo de mí, para demostrarme a mí misma que lo puedo todo. Al llegar a la entrevista previa, en la sucursal del centro, me dijeron que trabajaría en la sucursal que está en Zavaleta, la cual queda bastante cerca de mi casa, así que tuve mucha suerte que me tocara cerca, pues mucha gente tarda dos horas en llegar de su casa a su trabajo.
     En esta experiencia no sólo me conocí a mí o a Bryan, también conocí a una persona, con la cual hasta el día de hoy me sigo llevando: Ana. Ella es una empleada de Bebé Bodega, nos hicimos amigas muy rápido, pues a veces no teníamos nada qué limpiar o hacer y nos poníamos a platicar, me contaba de sus experiencias vividas dentro y fuera del trabajo. Todo lo que me contaba Ana hizo que reflexionara yo aún más, de cosas que todavía no he vivido. Le agradezco mucho.
     Cada quién vive, actúa y realiza las cosas de manera diferente. Lo que yo reflexioné fue a ser mejor persona, amar todo lo que tengo y si necesito algo, luchar por eso hasta conseguirlo, pues no todos los días tendré a mis papás junto a mí. Me demostré a mí misma que puedo también ser un poco más abierta con las personas. Y que si trabajara yo en Bebé Bodega, al menos me iría bien.

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