viernes, 15 de febrero de 2013

Leopoldo Díaz

El Campamento Existe, que se realizó los días 20 y 21 de noviembre de 2012 en la ciudad de Veracruz, propició un espacio de reflexión e introspección para que los estudiantes del primer semestre de Preparatoria hicieran una pausa en sus actividades cotidianas y tuvieran un momento para convivir con los otros, pero sobre todo con ellos mismos, para conocerse mejor.
Una de las cosas más importantes que se aprende en la vida es que para  poderse abrir y entregar a los demás, la condición Sine qua non es conocerse primero uno mismo, amarse y aceptarse uno mismo. Esos sitios comunes que son las frases hechas como: “Si cambio yo cambia el mundo” o “Sólo puede amar a los demás quien se ama a sí mismo”, son producto de una conciencia compartida sobre verdades que se han universalizado, sobre realidades que nos han confrontado más de una vez, sin embargo, a pesar del abrumador conocimiento que tenemos de las cosas y que tenemos de estas cuestiones (o quizá por esa misma razón, porque sabemos demasiado), la mayoría de las personas nos conocemos muy poco a nosotros mismos y a los otros, evadimos la posibilidad y matamos el tiempo que podríamos invertir en este arduo trabajo (quizá porque es arduo), porque finalmente una cosa es lo que sabemos y otra muy distinta lo que entendemos; es por eso que el Campamento Existe tiene tanto éxito entre los jóvenes de preparatoria, pues es la oportunidad única de detenerse a observar al que observa, de mirarse uno mismo para mirar el mundo con nuevos ojos, con nuevas ideas, para renovarse y ser una persona nueva.
Yo viví a principios de este semestre el Campamento para Profesores y es una experiencia que me marcó de manera determinante y compleja, Daniel fue un gran guía junto con su equipo de trabajo, ahora he visto esta experiencia renovada al compartirla con mis alumnos, con Chepe y Mike quienes en su entrega pusieron el ejemplo para que los demás se abrieran y entregaran. Independientemente de mi propio aprendizaje y proceso, lo que los chicos de primer semestre comentan es que lo más importante que descubrieron es que pueden confiar en los que están a su lado, sus compañeros y maestros.
Cuando dijeron que su experiencia era marcada sobre todo por la posibilidad de entender (no de saber) que podían confiar en los otros, confiar en los demás cobró para mí un nuevo significado. Yo sé algunas cosas, pero hasta el día de hoy no había entendido que muchos problemas en el mundo son causados por nuestra incapacidad de confiar en los demás, por el temor a ser lastimados, por la posibilidad de sufrir y el miedo al dolor, estas cosas no se pueden evitar, pero independientemente del peligro inminente que supone exponerse ¿acaso no todos sabemos los riesgos y las consecuencias tanto de abrirse como de quedarse herméticos?, sin embargo, ¿quién entiende realmente lo difícil que es confiar hoy en día y el valor que se necesita para sumir el compromiso de cuidar al otro cuando se vulnera ante nosotros?
Quien lo entiende se expone cuando el otro no se abre, esperando siempre lo mejor, pero también siendo recíproco y solidarios cuando el otro es quién tiene la fuerza  y decisión de dar el primer paso.

0 comentarios :