viernes, 15 de febrero de 2013

Mtra. María de los Ángeles Díaz Rodríguez

Saludo con gran placer a nuestros lectores,
en esta, nuestra última publicación de 2012.
Resulta una ocasión en exceso especial,
porque me permite no sólo acercarles la traducción
a ficciones o a textos reflexivos o expositivos
de las actividades vividas por nuestro Sistema
de Prepas. Un rubro especial lo ocupa nuestra
Experiencia Rural, llevada a cabo en dos campus, Puebla y Tlaxcala, de la misma manera
la Experiencia Laboral en las coordenadas veracruzanas completan el cuadrante como
puntos clave en este proyecto pedagógico ignaciano. “Llegamos para aprender, salimos
para servir”, “formar hombres y mujeres capaces para los demás” y “en todo amar y
servir”, no pueden realizarse sin llevar a nuestros chicos a estas experiencias que los enfrentan
a esferas sociales ajenas a su entorno cotidiano y a los aproximan a la realidad
compleja de un México plagado de problemas que sólo resultan perceptibles en su justa
medida cuando se sienten en carne propia. Para cada quien ha sido diferente la huella
que este transcurso deja en sus corazones.
Otras actividades, intra y extra aúlicas, entre las que se suman las capacitaciones,
los logros académicos como la presentación del libro del Dr. Miguel Ángel López Carrasco
en Prepa Ibero Veracruz que atiende las necesidades pedagógicas de los profesores
desde su experiencia como investigador y docente a la vanguardia en las Tecnologías
de la Información y la Comunicación aplicadas a la enseñanza.
Aprovecho, asimismo, este espacio no sólo para agradecer su fidelidad a este nuestro
boletín, queridos lectores, y para también hacerles llegar mis mejores deseos para
este tiempo de celebraciones familiares que implican las fiestas navideñas con su oportunidad
para reafirmar o restablecer nuestros lazos afectivos y realizar introspecciones profundas.
Tiempo de celebrar es el que llega hoy, de abrir nuestros corazones al festejo de la
natividad de Cristo, este evento de mayor trascendencia en todo el mundo, cultural o
religiosamente y permitirnos vivir intensamente nuestro camino elegido, con los seres también
elegidos a lo largo de estos devenires complejos que nos presenta esta realidad
multicultural y globalizada.
Excusa y ocasión de sentarnos en torno a una mesa de compartir alegrías, adversidades
o lejanías con ese otro que nos llama, a la unión comunitaria.
Ha vuelto a llegar el tiempo de decorar arbolitos, encender
velas y colgar campanillas, de darnos a nuestras casas y
poner en pausa esta otra familia que significa la escuela, los
amigos, los alumnos, los compañeros de trabajo. Y quizá emigremos
de manera breve a otras latitudes a visitar las casas
paterna, materna, el hogar de los abuelos, lo que corresponda,
de acuerdo a nuestra particular circunstancia.
Y muy en lo personal desde la encomienda que me fue
asignada, desde lo profundo de mi ser, les deseo unas felices
vacaciones decembrinas y muchas, muchas felicidades.

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