martes, 23 de marzo de 2010

Editorial
Mtra. Ángeles Díaz Rodríguez
Directora de Prepa Ibero Puebla

Intentar recibir sin dar algo primero es tan estéril
 como querer cosechar sin haber sembrado…

A todos nuestros lectores les saludo y aprovecho este espacio para dedicarlo a la intención que buscamos, desde nuestra Institución, como formadores de nuestros alumnos.
    Hace un par de semanas se llevaron a cabo las experiencias de servicio social y  laboral; los alumnos de segundo  semestre para la primera y los de cuarto para la segunda, en donde, indiscutiblemente se inició un proceso de poner a circular ideas, proyectos y vivencias que permitieran accionar los conocimientos, habilidades y actitudes de nuestros jóvenes dentro un contexto dedicado al que puede ser uno de los puntos clave del crecimiento personal: dar y recibir.
    Con seguridad puedo decir que  cada uno de los miembros de nuestra comunidad dio pautas distintas: desde una frase, sonrisa, oración, emoción,  sentimiento, juego, visita, hasta una forma de hacer algo. No importa de qué manera se dio este regalo sino el cómo se fue multiplicando de significado  en las mentes y corazones de los actores. Porque, creámoslo o no, el flujo de la vida es esta interacción armoniosa que se experimenta al dar y recibir; siempre será bueno dar, pero será mejor si se acompaña de una intención cuyo objetivo al final sea “crear”. Crear afecto, cariño, aprecio, amor, nuevas ideas y formas de convivir que afecten a los demás y nos hagan reflexionar sobre los “para qué” de nuestras acciones.
    Enhorabuena por todos aquellos que se han dado esta oportunidad.

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