martes, 23 de marzo de 2010

Lic. José Vicente Hurtado Herrera
Profesor de Ética
La experiencia laboral de la Preparatoria Ibero pretende ser un proyecto de encuentro con otras personas, con otras realidades, a fin de sensibilizarse y ampliar la visión que el participante tiene de la sociedad y de la vida.
    Pero esta intención es posible siempre y cuando los alumnos, estén dispuestos a experimentar, a encontrarse con personas y lugares “no conocidos”, a sentirse retados por vivir experiencias nuevas, experiencias que reflejan parte de la realidad social de Puebla, la realidad del mundo del trabajo.
    Después de una semana de finalizada la experiencia laboral de la Prepa Ibero, puedo decir que nuestros alumnos estuvieron dispuestos a vivirla, aunque inicialmente algunos se resistían por la distancia, la “inseguridad”, o la experiencia misma, sin embargo, responsablemente, cumplieron con su semana de trabajo. Gracias por darse la oportunidad, gracias por no dejarse dominar por los prejuicios.
    La semana del 15 al 20 de febrero de 2010 (lunes a sábado) un total de 125 alumnos de 4° semestre de la Prepa Ibero, realizaron su semana de experiencia laboral en 40 lugares de trabajo (16 empresas). Empresas que generosamente asumieron el reto de recibir a nuestros alumnos y permitirles vivir la realidad de un puesto de trabajo.
    Visitando las empresas para evaluar la experiencia, he recibido en general comentarios positivos de la actitud y disposición de los alumnos: descubrieron chavos llenos de vida, juguetones, pero también responsables y trabajadores.
    Los frutos de la experiencia, más allá de los comentarios que se externan en el patio, se está recuperando por medio de una bitácora en la materia de Ciencias Sociales, pero sin duda que los mayores frutos cada quien los conoce, cada quien los puede cosechar, esperando que ellos sean valiosos para su vida.
    Finalmente, un factor indispensable que hizo posible la experiencia, fue la presencia educativa de los 25 profesores que estuvieron acompañando a los alumnos en sus lugares de trabajo, profesores que en algunos casos dieron más de su tiempo destinado a clases. A todos ellos mil gracias por su apoyo comprometido de colaborar en la formación de los jóvenes con los cuales tenemos el privilegio de convivir, con el propósito de colaborar en la formación de “hombres y mujeres para los demás”.
    Esperamos que después de evaluar integralmente la experiencia, podamos ajustar los detalles necesarios, y seguir ofreciendo una experiencia educativa provocadora, humanizante, generadora de mejores personas.

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