martes, 4 de enero de 2011

Mtra. María de los Ángeles Díaz Rodríguez
Directora de Prepa Ibero Puebla
Saludo con gran placer a nuestros lectores, en esta, nuestra última publicación de 2010.
    Resulta, en ese sentido, una ocasión en exceso especial, porque me permite no sólo acercarles la traducción a texto de las actividades que nuestro Sistema de Prepas ha ido generando a lo largo de las últimas semanas de este semestre.
    Un rubro muy especial lo ocupa nuestra Experiencia de Primer Contacto, misma que no sólo ocupa la primera plana de nuestro boletín, sino también las mentes de quienes trabajamos en este proyecto pedagógico ignaciano. Nuestras consignas de “formar hombres y mujeres capaces para los demás” y “en todo amar y servir”, no puede realizarse sin acercar a nuestros chicos a estas experiencias que los enfrentan a esferas sociales ajenas a su entorno cotidiano y a la realidad de un México plagado de problemas laborales que no resultan visibles en su justa medida, hasta que logramos aproximarnos a ellos en carne propia. Y no en vano lleva por título Experiencia de “primer contacto”; porque siempre hay una primera vez para todo y el acercamiento no sólo busca que los alumnos obtengan aprendizajes académicos significativos, es algo más complejo que involucra además la dimensión afectiva y emocional de quienes lo experimentan:¿qué les mueve cercarse a alguien que no conocen?, ¿qué sensaciones se despiertan ante la incertidumbre de relacionarse con un mundo que saben que existe pero que jamás habían probado? Estarán de acuerdo conmigo que para cada quien será diferente, porque es la primera vez , y seguramente dejará huella en sus corazones para que éstos crezcan y se sensibilicen en pos de encontrar nuevas formas de expresar lo que puede, sin duda, ser mejor para todos como humanos.
    En otra coordenada más cercana, nuestra búsqueda de una vinculación académica y vocacional con la Universidad, ha alcanzado nuevas cimas con el control remoto que llevara a cabo Ibero Radio en nuestras instalaciones para realizar una emisión especial de Animorbo, nuestro orgulloso primer programa hecho por alumnos ávidos de encontrar espacios que hagan eco a sus inquietudes. Sorprendidos por el acontecimiento, muchos compañeros se acercaron para, con curiosidad, ver de qué trataba aquello de un control remoto. Se interesan, preguntan, ellos también quisieran ser parte de algo así. ¡Claro!, de eso se trataba, ya que posteriormente quienes han acompañado desde su nacimiento este maravilloso proyecto, la Mtra. Yolanda Arenas y el Mtro. Gerardo Porcayo, lanzaron una convocatoria para todos aquellos que estén interesados en hacer su propio programa, despierten esa creatividad que los caracteriza y lancen su propuesta para que otros temas llenen este espacio de gran oportunidad para desarrollar habilidades y destrezas en el complejo mundo de la comunicación.
    Como esas actividades, muchas otras han ido sumándose de manera paulatina hasta generar las actuales páginas desde nuestros tres planteles, desde chicos y profesores que en su diario devenir van encontrando instantes para la reflexión y la escritura misma.
    Aprovecho, asimismo, este espacio no sólo para agradecer su cercanía, queridos lectores, su fidelidad a nuestra publicación, sino para también hacerles llegar mis mejores deseos para este tiempo de descanso y celebración que envuelven a las fiestas navideñas en donde con mucho fervor fortaleceremos nuestros lazos familiares y permitiremos que nuestras energías se renueven al amparo de la atmósfera decembrina. Época emotiva en todos los sentidos que nos permite, dentro de todo un ajetreo, encontrar espacios para aquietar nuestros pensamientos y conducirnos a instantes de introspección profunda.
    La navidad es una fiesta múltiple que nos permite ese reencuentro con la fe, con el origen todo de nuestra concepción cristiana y, por ende, de la concepción jesuita. Espacio de tradiciones que si bien tendemos a realizar de manera automática, no meditada en un primer instante, gracias al embate de lo comercial, mientras más nos acercamos al 24, mientras más nos compenetramos en su especial atmósfera, más vamos adaptándonos a la real ceremonia de festejo en el especial espacio familiar. Deseo que disfruten en compañía de todos sus seres queridos todo aquello que sembraron y cosecharon en este año 2010; que sus sueños se multipliquen y sus intenciones se plasmen en acciones que les permitan recibir con regocijo el próximo año 2011. Que su corazón permanezca abierto, dispuesto a entregarse con plenitud a todo aquello que emprendan. Muchas felicidades y nuevamente, mi más sincero agradecimiento por la confianza depositada en nuestra Institución.

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