viernes, 16 de diciembre de 2011

Valeria Corona Berlanga

     El análisis gramatical sirve para muchas cosas, entre ellas tener una buen redacción, saber diferenciar entre oraciones y enunciados, etc. Mucha gente tiene este problema: no sabe escribir bien, y este tipo de cosas tan elementales generan situaciones penosas y sumamente molestas a la hora de hacer, por ejemplo, la famosa y tan determinante tesis a la hora de titularse, y ¿tenerla que corregir mil y una veces? ¿Para qué? ¿Por qué no hacerlo bien y a la primera? Y claro, no sólo para cosas tan formales, sino hasta para una simple nota de Post-It en el refri de ¡Cariño, necesito que compres tales cosas en el súper..!
     Así que, si quieres saber qué tanto hay detrás de una rápida nota de Post -It, continúa leyendo, con la advertencia de que algunos términos podrán sonarte un poco complicados, pero con una breve explicación, seguro lo cacharás.
     Y comenzando por el principio, ¿Qué es un enunciado? Es una expresión lingüística con significado completo. Hay dos tipos: los que tiene verbo y los que no. Los que sí, son oraciones; los que no, son frases.
     ¡Ajá! ¿Y la oración qué? Fácil, un enunciado con verbo. Si tiene sólo un verbo, se le llama simple, y si tiene dos o más, es mejor conocida como compleja. ¡Oh! Pero claro, uno o más, deben ser conjugados.
     Bien, sabiendo lo básico, continuemos con lo siguiente: Oraciones complejas, y sí, son un poco complicadas al principio, pero después, es de lo más elemental.
     Ya sabemos qué son los enunciados con verbo, pero hay de tres sopas: oraciones yuxtapuestas, oraciones coordinadas y oraciones subordinadas.
     Yuxtapuestas: reunidas por signos de puntuación como comas, puntos y comas, o puntos suspensivos.
     Coordinadas: reunidas pro nexos coordinados “e”, “y”, “o”.
     Subordinadas: reunidas por nexos subordinantes a una oración principal que es la única con sentido único e independiente.
     Pero, pretendiendo que el lector no se sienta en una clase de Lenguaje y Literatura, prosigamos: Tipos de verbos.
     Infinitivos: Funcionan como sustantivos.
     Participio: Funcionan como adjetivos.
     Gerundio: Funcionan como adverbios.
     También hay unos que transitan, y unos que no: verbos transitivos e intransitivos.
     Transitivos: Tienen objetivo directo.
     Intransitivos: No tienen objeto directo.
     El tal Objetivo Directo se refiere a que recibe directamente la acción del verbo y responde a la pregunta “¿qué?”, formulada al verbo.
     Y, para el gran final: Reglas (que éstas sí no fueron inventadas para romperse) de acentuación.
     Acento Enclítico: Cuando a un verbo se le agrega uno o más pronombres enclíticos, es necesario aplicar la regla de 'acento de intensidad'.
     Acento de Intensidad: Las palabras graves no se acentúan si terminan en n, s o vocal.
     Las palabras agudas se acentúan si terminan en n, s o vocal.
     Las palabras esdrújulas siempre llevan acento.
     Las palabras monosílabas nunca se acentúan.
     Acento de Ruptura: Cuando las palabras tienen vocales fuertes y débiles, se coloca la tilde (el acentillo) sobre una vocal débil que suena más fuerte que la vocal fuerte a su lado.
     Supongo que con estas leccioncillas de escritura, tu nota de Post -It será infalible. Incluso me atrevería a decir que tus trabajos de literatura mejorarían bastante si tienes discusiones con la ortografía y la redacción.

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