jueves, 31 de enero de 2013

Isc. Cynthia Fabiola Valera Fernández

"No me resigno a que cuando yo muera, siga el mundo como si yo no hubiera vivido."
Pedro Arrupe, S.J.

Durante uno de mis cursos sobre el Modelo Pedagógico Ignaciano que tomé hace pocos meses como parte de mi inicio en la Prepa Ibero Veracruz, leí esa frase con la que inicio, misma que me hizo cuestionarme y reflexionar si había llegado al lugar adecuado a compartir mis conocimientos, si el ambiente educativo era el más adecuado para aprender, para crecer como persona y profesionista, y hasta las comparaciones entre la Ibero y otras instituciones por las que he pasado.
Esa reflexión y mi camino por la Ibero durante estos meses me han dado algunas respuestas; siempre he pensado que los momentos que pasan por nuestra vida, sean buenos o malos, nos ayudan a crecer si los vemos como lecciones de vida, “todo depende del cristal con el que lo mires”.
Inicié mi camino en la Prepa Ibero Veracruz en enero de este año, llegando a ella por invitación de una muy querida amiga y finalmente elegida por la Prepa para quedarme. Debo confesar que llegar no ha sido el reto, sin embargo, mantenerme sí; y aquí inician las respuestas a mis interrogantes.
Creer que se llega a una institución a impartir sólo clases y conocimientos fue lo que yo no encontré en la Ibero, y que en mi corto camino por el ambiente educativo con las demás instituciones, administrativamente así lo hacen ver, sólo como una serie de requisitos que tienes que cumplir sin importar si el aprendizaje del alumno será significativo en su crecimiento profesional y personal. 
El mundo que encontré dentro de la Ibero sin duda es otro, es diferente al que normalmente estaba acostumbrada a observar en otros centros educativos; aquí a los alumnos se les acompaña durante su proceso de formación humana, se les comparten los conocimientos para que sean competentes en su vida personal y profesional; y junto con la tecnología que aprenden y utilizan de forma cotidiana, como las plataformas, hacen en conjunto una formación integral, por lo que el reto como profesores es dar más de lo que pensamos le pueda servir al alumno, generar nuevos conocimientos, lograr que el acompañamiento no signifique sólo impartir una clase, sino que sea significativo y en un ambiente de respeto, tolerancia y compromiso por parte de toda la comunidad.
Bajo esta perspectiva entiendo que puede que no sea el único ambiente educativo adecuado para que los alumnos reciban una educación integral, sin embargo, es el mejor modelo educativo que he podido conocer, enseñar que el saber sirve para servir es lo que le falta al mundo y qué mejor que las nuevas generaciones lo puedan aplicar en su vida.
La mayoría de las veces consideramos que, como profesionistas, debemos de tener un espacio de trabajo en el que podamos disfrutar de lo que hacemos, un espacio en donde el ambiente se torne de confianza y de respeto entre el equipo de trabajo y en el  que podamos crecer como personas y reaprender;  si bien es cierto que la retribución económica es una buena motivación para permanecer, considero que cuando se combinan ambas y el ambiente de trabajo es sano, logras tener tu propia formación integral a nivel laboral y profesional, siempre construyendo y buscando más conocimiento del que ya tienes.
Mi camino por la Ibero es relativo, el tiempo que permanezca, sea corto o largo, espero continúe siendo  significativo, que lo  determine el aprendizaje que me genere el modelo, no sólo en el ámbito profesional sino también personal; considero que cuando lo  adquirimos  como estilo de vida, el aprendizaje y la experiencia alcanzan un nivel grato, en el que a donde quiera que vayamos nos servirá de compañía. Mientras tanto, seguiré caminando por la Prepa Ibero Veracruz…

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