Desde que comenzamos el semestre se nos encomendó
la tarea de investigar, analizar y reflexionar acerca de
un problema social que nos incumbe a todos: la importancia
del agro en el proyecto de nación; nosotros no sabíamos
qué era lo que realmente se esperaba de cada
uno y ni lo que podíamos aportar al tema que se expondría
en el II Coloquio denominado Los problemas de la
realidad y la necesidad de pensarlos promovido por la Preparatoria
Ibero Tlaxcala.
Durante el primer corte reconocimos las características
y marco teórico acerca del sector agrario pero eso no
era suficiente para hacer una reflexión profunda acerca
de la importancia del tema. Fue así que empezó el verdadero
compromiso por nuestra parte y parte de éste consistió
en buscar todos los medios posibles que pudieran completar
nuestra ponencia.
Cuando llegaron los primeros resultados nos dimos
cuenta que era necesario investigar más, pero conforme
pasaron los cortes pudimos complementar y estructurar
nuestras ideas en ponencia de manera que fuera
entendible para el auditorio que nos iba a escuchar y así
poder sustentar bien nuestras ideas y propuestas ante el
tema.
Todo este proceso nos ayudó para que, de manera
autodidacta, pudiéramos entender que la necesidad de
pensar un problema que nos importa va más allá del simple
hecho de una responsabilidad académica, sino que
tiene que ser una necesidad constante que parte de nuestra
curiosidad y compromiso ante la sociedad y ante la
realidad que vivimos.
Es por eso que debemos tomar ese compromiso en
nuestras manos, hacer un acto solidario que beneficie al
otro; para ello será necesario detenernos a pensar en el
mundo, su realidad y en todas las personas que vivimos en
ella, sensibilizarnos ante problemas tan cotidianos y sólo
así seremos capaces de crear soluciones concretas y responsables
que tomen en cuenta al otro y que nos permitan
desarrollarnos como hombres y mujeres capaces de
ser por, con y para los demás.
Aunque esta frase pueda sonar muy bonita, hay que
entenderla y comprender cuál es su verdadero significado.
Si lo hacemos con pasión y con gusto lograremos que
nuestros pensamientos y esfuerzo sean reconocidos por
otros y de la misma manera podemos defender lo que
creemos ante una sociedad en la que existe el otro.
Pensar, expresar, reflexionar… nunca van a pasar de
moda, es por eso que hay que adoptarla como un estilo
de vida, no sólo como un hobbie o una necesidad académica,
sino como una manera de presentar al mundo lo
que tenemos que decir y dar a conocer. Que nuestra voz
también tenga peso en cualquier ámbito de nuestra vida,
ya que se necesitan propuestas y apoyo solidario para
afrontar problemas en la colectividad.
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