viernes, 15 de febrero de 2013

Laura Karen Bernal Pérez

Distintos tipos de roles dependiendo del lugar y las personas con las que se relaciona el adolescente: en el campo, no todos pueden ir a la escuela y tienen responsabilidades en los sembradíos o en casa dependiendo el género; mientras que en la ciudad nuestra única y más importante responsabilidad es la escuela.
¿Ambiciones? los jóvenes tenemos ambiciones, que en su mayoría pueden ser académicas o tristemente influenciadas por los medios de comunicación masivos.
¿Innovación e inquietud por la vida? Considero que los jóvenes nos fluyen ideas frescas, que sacuden las pasadas y al ser ideas que rompen paradigmas y estereotipos suelen ser difíciles de aceptar por la sociedad.
Hay un continuo deseo de crecer y ante los cambios que se tienen en cuanto a personalidad, gustos y el físico se van adquiriendo nuevas preguntas sobre la vida que lo hacen buscar su sentido y finalidad de vivir.
Con el crecimiento se obtienen nuevas responsabilidades, que lo hacen madurar aunque no son tan importantes como las de los adultos, le atraen problema y retos.
Durante la semana de Experiencia Rural pude observar la gama de roles que puede tener un joven, y lo mucho que varían de un lugar a otro. En ocasiones me gustaría arrancar la vida de alguien, insertarme en sus zapatos y saber si acaso soy la única joven llena de preguntas y crisis por no saber el camino a elegir, por el miedo a errar, por el miedo a perder, por el miedo al cambio. Y de eso se trata, de buscar quien soy y para que le sirvo al mundo, como cambiar lo que me rodea, no permitir que mi edad sea un limitante para hacer algo por los demás, y de repente, regresa la sombra de la duda, empañando todos mis anhelos y recordándome que no soy más que una chica inexperta, llena de sueños, sinceramente, imposibles.
Vuelve de la nada la chispa de la esperanza, recordándome que tengo toda una vida por delante, una vida, repleta por cosas que realizar, sigo siendo dependiente en gran parte de mis padres y sé que tengo responsabilidades: la escuela, actividades extracurriculares, actividades en casa, etc.
Una rutina que en cuanto genera un cambio, automáticamente hay caos entre todas las personas que afecta directamente, diría que es una libertad encadenada,  en la que el control, lo mantienen los padres. Jugamos a creer que somos más independientes y seguimos siendo niños.
Es aquí cuando llega la lucha entre lo que soy: no soy lo suficientemente mayor para realizar algunas cosas y ya no puedo comportarme como niña, entonces, ¿qué significa ser joven?
Para mí, ser joven es una experiencia magnifica, tenemos una capacidad de raciocinio mayor y seguimos incrementando el número de herramientas a nuestro favor pero con todo el espíritu optimista de lograr un cambio. Nos formamos para algo, aunque no tengamos claro que; también ser joven representa un riesgo, riesgo de caer en manos equivocadas y ser persuadido de hacer cosas que no deseamos.
Como dijo Jacques Rousseau (citado en Proverbia, 2009) “la juventud es el momento de estudiar la sabiduría; la vejez, el de practicarla”. Es por eso que toda nuestra vida se ve en el filo de la hoja cuando somos jóvenes, tenemos que decidir que ser y como ser sabios para mejorar el entorno que nos rodea, otra de las frases obtenida de la misma fuente la cuál llamo mi atención fue de Jaume Perich en donde se afirma que “la gente joven está convencida de que posee la verdad. Desgraciadamente, cuando logran imponerla ya ni son jóvenes ni es verdad” y quizá, este se trate de uno de nuestros mayores errores, la necedad de hacer algo a pesar de todo y de no aceptar nuestro errores.
Sin embargo, en el aquí y en el ahora a los jóvenes nos corresponde experimentar y tomar conciencia de las responsabilidades y consecuencia de nuestros actos.

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