martes, 27 de mayo de 2014

Jorge Israel Lombardero Juárez

Álvaro Solís (Villahermosa, Tabasco, 1974) a parte de profesor de nuestra Prepa es un poeta de reconocida trayectoria y hoy abordaremos de manera breve su poemario intitulado Los Diarios del mar. Su estilo pretende introducir al lector en una poesía que fluye como el agua, que cuando es calma, se siente lenta y tranquila, y cuando se acelera es como un mar agitado. Además, en su poesía, cuando recurre a un estilo
narrativo, utiliza brincos en la temporalidad, lo que se podría asemejarse a la sensación de las altas olas estrellándose en la hipotética Cantalao.
     En el poemario, para Solís, el Agua es el principio y fin de las cosas. Cantalao no es el lugar soñado y descrito por Neruda, no, se trata de un estado mental, de abrir los ojos a
otro mundo.
     El agua, el mar y Cantalao adquieren un misticismo y un significado metafórico muy profundo y melancólico pero a la vez lleno de alegría.
     En su poesía rememora etapas de su vida y la forma que adquieren los versos te hacen sentir qué se está viviendo; eso significa que cuando escribe desde Cantalao se siente esa libertad,
fluyendo y, cuando escribe desde la muerte, se siente la tristeza.
     Cantalao es una utopía, es una alegría, un estado mental y una decisión.
     Podemos separar sus aguas en dos vertientes:
     Forma: los poemas fluyen como el agua, a un ritmo variable. Además, el poemario entero está escrito como una sucesión, la vida de una persona.
     Tema: el agua no es solo agua, es el principio, la transformación, la muerte y el renacimiento de todo.
     Su tema, más bien subjetivo, corresponde a aquello que Solís pretende hacer sentir en su lector, a través de su poesía.

Solis A. (2012). Los diarios del mar. México: Gobierno del Estado de Tabasco.

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